Hasta hace algunas décadas, en mi barrio natal, y en otros de los alrededores, no sabíamos lo que eran otras etnias, otras culturas. Sólo conocíamos de ellas lo que los libros del colegio y las películas del cine americano, e inglés, nos contaban a través de la televisión o el cine de sesión continua.
Después llegaron los primeros inmigrantes a los que se veía como seres extraños y peligrosos, quizás debido al aprendizaje que habíamos recibido que nos mostraba a estas personas como distintas a nosotros. Algunos vecinos hablaban con ellos más para burlarse que para entablar una conversación afable. Poco a poco, estas primeras personas empezaron a tener "conocidos" que los miraban de otra manera, pero con algo de distancia.
Pasado el tiempo el barrio se empezó a repoblar con inmigrantes de diversos países latinoamericanos y africanos, y se empezaron a producir los primeros conflictos. El encuentro de varias formas de vida, de contar y vivir no conocidas ni entendidas por unos y otros, llevaron a problemas de convivencia.
Resulta complejo desaprender los relatos que nos cuentan en primera instancia, no conocemos más que un punto de vista y juzgamos a partir de esa visión única. Es una asignatura pendiente de muchas personas.
En la escuela, se han ido incorporando libros que muestran otras visiones, otras formas de contar... pero todavía son pocas. Internet nos puede ayudar en esta labor. En la red se pueden localizar otras voces, otras historias que nos permiten conocer ese segundo punto de vista, a Chimamanda le hubiera gustado que hubiese sido el primero, pero esto ya es imposible. Aunque Internet también nos puede ayudar a que los dos relatos se puedan conocer a la vez. Esto sería más justo.
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